No es necesario complicarse mucho planeando actividades para que tu bebé se mantenga activo en casa. La exploración de artículos y experiencias de la vida real, como jugar en el jardín, cambiar la temperatura del agua durante la hora del baño, y explorar los alimentos con las manos, se prestan para el aprendizaje. Cantar y bailar juntos, nombrar objetos claramente, permitir que se ensucien y que jueguen libremente y sin estructura, son actividades importantes que promueven el desarrollo.
Es importante notar que hablar en positivo y dar indicaciones claras y concisas es también muy importante. Por ejemplo, intentá decir “Caminá por favor” en lugar de “Estamos adentro, aquí hay que ir despacio porque…” o “No corrás”.
A esta edad, esperamos ver a tu bebé mover la cabeza para buscar sonidos, sonreír a las personas y que se interese en sus caras. Además, buscamos que empiece a mover los bracitos y piernitas con mayor fluidez.
Ahora tu bebé disfruta jugar con otras personas, mueve la cabeza para buscar sonidos y tal vez intenta copiarlos. También reconoce objetos y personas desde más lejos y tiene buen control de su cabeza. Además, se está empezando a sentar con o sin apoyo.
Tu bebé reacciona a su nombre y disfruta mirarse en el espejo. También empieza a explorar objetos con su boca y pasa objetos de una mano a la otra. Estos son los meses en que ya se sientan solos y empieza el gateo o arrastre.
En estos meses anteriores a su primer cumpleaños, tu bebé tiene juguetes preferidos, imita gestos y sonidos, señala objetos y vuelve a ver a un objeto que has mencionado. Puede ser que lo notés nervioso o con miedo al acercarse a personas desconocidas y podés esperar verlo gatear y ponerse de pie con apoyo.
Hay muchos materiales que se prestan para juego sensorial. Por ejemplo agua, harina, gelatina, masa, maicena, hielo, hojas secas, globos de agua, espuma de afeitar, crema chantilly, macarrones, o granos secos. Si tenés un bebé con las encías inflamadas, podés jugar con globos llenos de agua congelada. A los 3 meses, cuando tu bebé entra en la etapa oral, jugar con gelatinas de diferentes colores es una excelente opción. Cuando tu bebé se empieza a sentar, podés incentivar la creatividad dejándolo jugar con harina seca primero y luego agregando agua e incluso colorante. Pasados los 9 meses, podés dejarlo sacar frijoles de un contenedor de masa seca con frijoles y luego agregar agua para que experimente con el cambio de textura. Una vez que tu bebé aprende a gatear, puedes estimularlo simplemente con dejarlo gatear sobre diferentes superficies como zacate, tierra, arena, el piso, o alfombras.
Conforme tu bebé vaya creciendo podés introducir materiales más complejos como la plastilina, granos secos, bolitas llenas de agua, pintura, en fín las posibilidades son infinitas.
Aunque hacer estos ejercicios en casa es muy beneficioso y necesario para tu bebé, asistir a clases de estimulación adecuada te aporta el beneficio de la socialización y cambio de ambiente. Además que le da la oportunidad a tu bebé de explorar algunas de esas actividades más desastrosas, ¡sin ensuciar toda tu casa!
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