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Desarrollo Competitivo Infantil
Por: Sergio Piedra (instructor)
Cada etapa del desarrollo en la natación infantil tiene sus propias metas y capacidades específicas, según el crecimiento del cuerpo humano. Es crucial respetar estas etapas para asegurar un progreso saludable y adecuado en los jóvenes nadadores. Entre los 6 y los 10 años, el enfoque principal debe estar en la supervivencia, la técnica y, sobre todo, en cultivar el amor por el agua y todo lo que la rodea: la diversión, el juego y la socialización. Las competencias en estas edades deberían ser grupales y no individualizadas, y es esencial evitar competir en estilos o distancias que aún no se dominan adecuadamente. En esta etapa, los niños no tienen ni la técnica perfeccionada ni la madurez psíquica para aceptar victorias o derrotas de manera saludable. No obstante, es común observar competencias en estas edades, a pesar de que muchos niños no han aprendido a nadar correctamente.
Un aspecto importante a considerar es la educación hacia los padres. Frecuentemente, los padres ansían ver competir y ganar a sus hijos desde muy temprana edad, asistiendo regularmente a la piscina cuando son pequeños, pero disminuyendo su presencia a medida que los niños crecen. Idealmente, debería ser lo contrario: los niños pequeños no deben competir, sino pulir su técnica, y a medida que crecen y su técnica se consolida, pueden comenzar a competir. A menudo, ver a niños competir sin la preparación adecuada, con una técnica deficiente y visiblemente exhaustos, es una situación lamentable, especialmente cuando los padres observan desde fuera de la piscina con entusiasmo desmedido, sin considerar que para sus hijos esta experiencia puede no ser ni interesante ni agradable.
Cuando un niño compite entre los 7 y los 10 años sin estar bien preparado técnicamente, enfrentará varios problemas. Primero, su desempeño será deficiente debido a la falta de una técnica adecuada, lo que resultará en la mecanización de movimientos defectuosos difíciles de corregir más tarde. Segundo, al llegar a los 14 años, es común que estos niños se sientan saturados de la natación, con una gran cantidad de medallas almacenadas y con padres aburridos de verlos competir. Esto aumenta significativamente las probabilidades de que abandonen el deporte justo cuando están en la edad ideal para despegar en esta disciplina.
Entre los 11 y los 15 años, los jóvenes nadadores comienzan a desarrollar la resistencia R2, una capacidad básica para su progreso como nadadores. Sin embargo, la competición en esta etapa debe ser igualmente cuidadosa. Muchos niños ganan competencias simplemente porque han desarrollado primero y tienen más fuerza y coordinación, lo cual no siempre es un indicador de un buen entrenador. El verdadero talento de un entrenador radica en desarrollar adecuadamente las capacidades de los niños según su edad. La competencia real entre nadadores y entrenadores comienza a partir de los 15 años, cuando todos los jóvenes están en un nivel de desarrollo similar. A menudo, los niños que ganaban antes ya no lo hacen, y aquellos con un desarrollo más tardío suelen convertirse en mejores nadadores, habiendo tenido más tiempo biológico para desarrollar su capacidad aeróbica y de resistencia.
En resumen, es fundamental respetar las etapas de desarrollo de los niños nadadores, priorizando siempre el amor por el agua, la supervivencia y la diversión. La etapa competitiva llegará más adelante, y el proceso no debe adelantarse. Como bien dijo Oscar Wilde: “El mejor medio para hacer buenos a los niños es hacerlos felices”.
En el programa de Morén Kids brindamos una oportunidad a los niños que desean participar de eventos competitivos recreativos sin dejar de lado la parte lúdica, de salud, social y respetando sus etapas de desarrollo.